Departamento de Lengua Castellana y Literatura

Información y comentarios del Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES La Jarcia de Puerto Real-Cádiz (España)

19 marzo 2007

El poder de la palabra

"En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios ..." (Jn 1, 1-3).
El verbo, la Palabra... ¡ Cuánta importancia le hemos dado desde los tiempos más remotos!
Al margen de consideraciones de tipo religioso o doctrinales, la palabra forma parte desde siempre de la naturaleza humana; es lo que nos distingue de otras especies no racionales.
La palabra como transmisora de "ideas", como instrumento indispensable en la comunicación, como informadora de nuestro pasado, como ilustradora de nuestro presente y como expresión de nuestros anhelos de futuro.
La palabra es capaz de desvelar nuestra intimidad más oculta, por la palabra nos abrimos al mundo exterior, a los demás, a los seres que apreciamos y a los que despreciamos, a los que amamos y a los que odiamos.
Por medio de la palabra podemos sacar lo más ruin y lo más hermoso de nuestra naturaleza.
La palabra puede humillar, ofender, herir, incluso matar; pero al mismo tiempo la palabra puede ensalzar, encumbrar, animar, divertir, acariciar...
Con la palabra se enardecen los ejércitos, se arrastra a las masas, se convence a la persona de su superioridad o de su inferioridad... La palabra persuade y disuade.
Muchos seres humanos han alcanzado la gloria y la inmortalidad por el uso de la palabra; otros han sido perseguidos, encarcelados, excomulgados, exiliados y "ajusticiados" por el uso de la palabra.
La palabra divulga ideas incómodas e incluso peligrosas para algunas personas, instituciones u organismos; otras veces adula al poderoso con la vaga ilusión de obtener algún beneficio material.
En ocasiones anula voluntades, socava opiniones, induce acciones, intenciones y situaciones. Puede convertirse en un arma poderosa para conseguir nuestros objetivos, para destruir a nuestros enemigos, para contentar a nuestros amigos.
A veces desconocemos o despreciamos el poder de la palabra y la usamos de manera inconsciente, provocamos situaciones desagradables y en ocasiones irreversibles.
Por favor, sepamos rectificar a tiempo y no perdamos de vista lo que tenemos entre manos. El poder de la palabra es ilimitado. No la usemos de cualquier manera. Usémosla como expresión de nuestra libertad, pero seamos prudentes para no convertirnos en sus esclavos. Tomemos precauciones inteligentes. Seguro que nos alegraremos.